25 de enero de 2010
Lo uno y lo múltiple
Me quedó dando vueltas esta cuestión; en realidad, hace rato que está presente en mucho de lo que pienso. Lo plural, lo singular, lo único, lo variado.
Gracias a Dios, cada vez más nos vamos dando cuenta que el mundo que habitamos es diverso, distinto: culturas, costumbres, religiones, idiomas, gustos, razas, opciones, búsquedas. Un universo tremendo de diferencias. Una pluralidad que puede asustar.
Y, lo que es más, una pluralidad que nos habita y atraviesa a cada uno, a cada una, contradictoria, tensamente. Creo que gran parte del camino hacia la madurez -o en la madurez- es ir conviviendo, aceptando, celebrando, estas diversidades propias y ajenas. Ojo, digo aceptar, no tolerar: tolera quien no puede cambiar algo, acepta y celebra quien descubre un don. Pero da para largo, y ahora me llama la vida para otro lugar.
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4 comentarios:
Pablito Blogger! Eso es mantenerse actualizado. Anotame como uno de tus primeros lectores!
Abrazo grande!
Rama
Me gustó esa diferencia entre "aceptar" y "tolerar"... ¡nunca lo había pensado así!
El rabino Bergman... da el salto a la celebración... dice que celebrar, va mas allá de tolerar y aceptar... Estuvo en el cole de mi hijos y presentaba su libro "Celebrar la Diferencia"
tengo los apuntes de la charla que todavía no pude pasar...
de todas maneras creo tambien que en esta comunidad que vivimos y compartimos llegar a la aceptación y arrancar con una dinámica de tolerancia, sería un golazo!!
Cariños
Vale
Bue, un paso ¿atrás? de Bergman; aceptar y celebrar, decía yo. La aceptación es previa, seguro. Igual, me encantaría ir a escuchar a Bergman alguna vez; sólo lo tengo de algunas cosas de la tele.
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